Hace un par de meses me llega un mensaje de un amigo para juntarnos a pasar la tarde y tomar unos mates.
En un momento de la charla mi amigo me comenta que va a retomar un proyecto que ya viene gestándose hace años y que tuvo una pausa hace varios meses. Se trata de un emprendimiento de venta de yerba importada y mates a un público minorista en la ciudad.
Siempre me gustó este proyecto y siempre lo apoyé. Por supuesto que le dije que lo iba ayudar a ver toda la parte de la gráfica del proyecto, incluyendo, claro, hacer un logo.
La idea de continuar con su logo anterior, del proyecto original, termino descartándose, por lo que es momento de idear y crear una nueva marca.
Tras una tarde intensa de mates y brainstorming llegamos a la conclusión de que el carpincho que toma mate, el famoso meme (imagen adjunta), era un muy buen puntapié inicial para empezar a crear este nuevo logo y además implementar esta especie de mascota en las comunicaciones de Instagram.
Vamos a ser “la marca del carpincho que toma mate”.
Con esta imagen de referencia nos surgen las dudas: será entonces una ilustración una buena elección para poner en el logo? Pero si fuera así habría que llamar a un ilustrador, ya que yo no puedo ayudar en ese sentido. O bien habría que averiguar cómo hacer para que algún programa se encargue. O bien ver yo mismo cómo puedo hacer para tomarme mi tiempo e intentar llegar a un resultado adecuado y de calidad para el caso.
Pero claramente todo el capital que se iba a invertir iría directamente a lo que es inventario y no era la idea gastar en un ilustrador que dibuje un carpincho tomando mate para un logo.
Y aquí es donde entra el famoso DALL-E 2 a salvarnos las papas y darnos resultados extraordinarios, como ya se conocen.
¿Por dónde arrancar?
Ya sabemos qué queremos: ser la marca del carpincho que toma mate.
Empezamos a probar con distintos prompts hasta llegar a una propuesta que nos haga decir “es por acá”:
De generación en generación llegamos a este resultado, y claramente nos pareció muy interesante como camino a seguir. La idea evoluciona:
Pasamos de ser la marca del carpincho que toma mate a ser la marca del carpincho que fuma y toma mate. Precioso.
Pero no todo es tan fácil como parece. Esta imagen no dejaba de ser un PNG que tenía descargado en mi computadora con un fondo y con un estilo capaz un poco desalineado al resultado final que queríamos lograr. Por lo tanto, tuve que ponerme a trabajar.
Una vez teníamos nuestro modelo hecho en DALL-E 2 listo para refinar, empiezo a vectorizar y retocar para dar los ajustes finales al dibujo de este carpincho que toma mate y fuma.
En el camino de este proceso se definieron también otros aspectos relevantes para la marca. Definimos por ejemplo que el formato de logo inscripto en un fondo circular era muy adecuado al caso y convenía por sobre otros tipos. Pudiendo implementarse fácilmente en stickers que se entreguen con los productos, siendo también el icono de Instagram donde siempre va a aparecer y siendo muy fácil de aplicar sobre cualquier fotografía o video que produzca la marca para sus promociones.
De esta manera, la ilustración terminada se aplica junto a un logotipo (el nombre) que cumpla con el mismo parámetro de estilo y se inscriben juntos en un fondo circular. Momento de ajustes finales.
Cómo resultado quedó un logo con una ilustración mejor de la que yo hubiese podido haber realizado en un día entero de trabajo.
Así pasamos de un primer boceto e idea a un logo bien diseñado con una alta calidad gráfica, con el estilo adecuado, muy llamativo y muy atractivo estéticamente.
Gracias a Dalle pudimos trabajar de forma rápida, para llegar al lanzamiento lo antes posible, y nos ahorramos varios cientos de dólares al omitir la contratación de un ilustrador, quien probablemente nos hubiese brindado una experiencia muy amena, con un resultado igualmente bueno o mejor que lo obtenido, si así se hubiese establecido.
Conclusiones
Si te digo que con estas nuevas herramientas te vas a poder ahorrar completamente el tener que lidiar con otros profesionales, ilustradores en este caso, no estaría 100% en lo correcto. Uno necesita alguien con criterio detrás de estas herramientas para poder dirigir y curar los resultados que se obtienen. Para el diseño de marcas, por ejemplo, escribí una guía donde se aborda este tema, estableciendo criterios para que puedas dirigir una IA como medio para diseñar tu logo de forma efectiva.
Pero lo relevante del caso es el costo, que puede llegar a disminuirse en gran medida. En mi caso pude ahorrarme muchísimas horas de trabajo y varios dolores de cabeza por hacer algo para lo cual no soy lo suficientemente apto, como es la ilustración, y aún así poder generar un resultado completamente adecuado al caso y de calidad.
Nota sobre el caso
Está claro que la complejidad comunicacional y los condicionantes de un emprendimiento de mates no van a ser los mismos que para el próximo proyecto de tokenización inmobiliaria. Por eso el foco de este artículo no está puesto en la capacidad estratégica de una IA, sino en los beneficios que nos brindan como herramienta, un medio más eficiente para alcanzar un fin previamente establecido en función de cada caso en particular.
Este es simplemente otro de esos posteos (llevo contados unos 34 desde enero) donde se recalca cómo la IA nos va a ayudar a reducir los costos de un proceso.